El karma es una ley de causa y efecto. Nuestros actos verbales, físicos o de pensamiento son las causas y las experiencias los efectos. Evidentemente, el karma afecta en el amor. Muchas veces sentimos una atracción muy fuerte hacia personas que apenas conocemos y es porque las hemos conocido en otras vidas.
Hay varios tipos de relaciones kármicas, veamos algunas:
Tipos de relaciones kármicas
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Relaciones de control
Uno de los dos asume el papel del controlador y el otro, el controlado. O verdugo y víctima. Son relaciones injustas en las que uno destroza al otro.
La lección: la relación es un rechazo de la situación, no se acepta, en algunos casos es mejor la ruptura.
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Infidelidades o relaciones infieles
Eso ya sabemos todos lo que es; cuando nuestra pareja necesita estar con otras personas.
La lección: no vemos que la relación es imposible, los sentimientos de la otra persona no son los mismos o una falta de comunicación que necesita suplir con otras personas.
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Relaciones con adicciones u obsesiones
Es estar atrapado en una relación y no ser feliz. Puede ser un enganche emocional, una necesidad de quedar por encima del otro o que nos dé la razón más que amor.
La lección: no nos queremos a nosotros mismos y que queremos controlar la situación sí o sí.
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Relaciones con diferencia generacional
Es cuando dos personas, de generaciones distintas, se atraen. No tendría que ser un problema pero, la lección que sacamos, es que esas personas y nosotros dejamos un canal abierto en el pasado que hay que cerrar en el presente. A veces, con una relación estable y otras, hay que dejar pasar esa situación.
¿Por qué ocurre el karma del amor?
Estas situaciones nos ocurren porque las hemos vivido en vidas anteriores. Cambiando nuestras actitudes (causa) podemos cambiar la situación (efecto). Un pequeño estudio kármico nos puede ayudar a saber qué pasos dar para mejorar nuestro karma y nuestra relación. También hay que tener en cuenta que, muchas veces, nos negamos a escuchar; vemos las cosas como queremos verlas, eso también es karma.
Hoy en día hay muchas relaciones en las que hay mucha diferencia de edad. Estas relaciones son las que más tienen que ver con el karma. Si una persona de 50 años y otra de 25 años se enamoran: es karma. Algunas veces no entendemos que, igual que en otra vida, dejamos marchar a esa persona, hay que dejarla marchar en esta vida, también. Al dejarlo machar en la otra vida, ha vuelto en esta. En las relaciones kármicas está bien guardar toda la información; apuntar los sueños, las sensaciones; si mejoramos los errores del pasado seremos felices.
¿Se puede evitar el karma amoroso?
Abre la mente, escucha vuestro interior, analiza la situación y piensa que todo pasa por algo. Hasta que os esté escribiendo este artículo es por algo, igual a alguien le sirve para ver la luz y habré pagado parte de mi karma. Como dicen los budistas: no hagas lo que no quieras que te hagan. Piensa que todas las personas que se cruzan en tu camino es por karma, el trato que les des es el trato que recibirás y cómo te juzgarán. Y no es una utopía. Es una ley universal.
Si siembras amor recogerás amor, aunque a veces, por mucho que nos duela, no sea de la persona que esperamos.
Igual que hay que aceptar que, para algunas personas, su karma sea estar solos ya que desperdiciaron relaciones en vidas pasadas.
>>>Lo que tienes que enseñar y aprender del amor según tu signo
Ya me despido. Dejaros llevar por vuestro subconsciente, por vuestra intuición más que por el corazón. Todos tenemos recuerdos de vidas pasadas y podemos reconocer a otras personas que conocimos en la gente de nuestro entorno. Démosle amor a todo el mundo y, al que sea desagradable, devolvámosle simpatía. Así aliviaremos nuestro karma.