Hola queridos lectores, soy Victoria, vidente exclusiva de Wengo, y les quiero compartir dos entidades que han marcado mi vida: la Pomba Cigana y el Señor Exu Mayoral.
Tras unos largos años sufriendo un intenso desamor, logré aceptar, asumir y romper las cadenas del dolor y el apego. Pero ¿Cómo lo logré?
A continuación les cuento mi historia…
Me enamoré de un hombre del cual le sentí imprescindible en mi vida, a tal medida llegó el sentimiento que me olvidé de vivir para mi y por mí.
Por supuesto todo esto tuvo consecuencias importantes tales como la depresión y la desesperación.
Me sentí anulada como persona y en mi vida era el mismo sufrimiento, una y otra vez.
Realmente tuvo consecuencias muy desagradables en mi vida como mujer.
Estaba todo el día triste y el único motor que me movía era él, yo solo pensaba en él constantemente.
Fue tal la obsesión y el apego, que un día ya no pude más.
Llegué a la conclusión que no estaba enamorada, que eso no era amor, que necesitaba llenar uno de mis egos y un día dije basta.
En esos años tengo que reconocer que creía en trabajos.... pero todo era la necesidad de tenerle a él. No aceptaba que no era para mí.
Al ver mi dinero tirado que no era poco... empecé a observar las señales que me hacían ver.
De madrugada de vez en cuando veía una capa negra y un sombrero, en ningún momento vi el rostro de este hombre ni sus pies; como bien digo solo veía la capa y el sombrero.
Tras recapacitar y buscar una solución para iniciar mi vida y romper con este sufrimiento que no me dejaba ser yo, me puse a buscar una salida limpia y que esta me dejara libre de ataduras.
Un día compré dos velas rojas, unos cigarros largos, unos perfumes y unas monedas....
Cuando sentí la señal y todo el mundo estaba dormido me puse a ello.
Empecé poniendo la imagen del EXU MAYORAL y de POMBA CIGANA, puse una vela roja a cada uno... les pedí permiso y les hice una promesa a cada uno.
Esa noche hablé con ellos entre lagrimas y desesperación. Estuve un buen rato hablando... En fin ...!
Cuando al día siguiente me levanté las dos velas rojas, que eran velones estaban consumidas, no me lo podía creer. La señora POMBA CIGANA dejó marcada una señal, UN CIRCULO.
Al pasar el tiempo, poco a poco, fuí sintiendo que no le necesitaba y que queria volver a ser yo.
Desde entonces hasta hoy doy fe que me liberé de un amor que me tenía presa.
Bien digo que no creo en trabajos, pero sí en la FUERZA DEL CORAZON.
Consúltame y cuéntame tu historia.
Un saludo.
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