Me gustaría compartir con todos vosotros y vosotras el problema del pensamiento de la ansiedad.
Cuando ansiamos algo muchísimo y no paramos de pensar en ello, energéticamente lo estamos apartando de nosotros. Estamos retrasando su llegada. ¿No os pasa que cuando compráis lotería y no dejáis de pensar que os tiene que tocar un premio, no os toca nada de nada? Sin embargo, si la compramos y nos olvidamos de ella, sin esperarlo suele tocar algo, ¡aunque sea el reintegro!
Este símil debemos trasladarlo a nuestra vida cotidiana, y si estamos esperando muy ansiosos que alguien nos ame, que nos llegue el trabajo de nuestros sueños, no estamos haciendo las cosas bien. Está claro que lo deseamos, pero debemos pensar en ello con tranquilidad y relajación.
Si no somos capaces de hacerlo os recomiendo un pequeño ejercicio, es el siguiente:
1. Nos tumbamos en la cama boca arriba cómodamente. Cerramos los ojos y hacemos 3 respiraciones y exhalaciones muy profundas y lentas relajándonos.
2. En la misma posición, pensamos en lo que deseamos que nos trae ansiedad y nervios. Sentimos esos nervios, pero como si fuéramos espectadores en un teatro, es decir, sentimos esa ansiedad pero desde fuera.
3. Nuestra experiencia personal nos dirá que comprenderemos que ese sentir negativo no nos pertenece, no es nuestro y no lo queremos con nosotros, y veréis cómo somos capaces de tener armas contra él.
Recomiendo repetir este ejercicio de vez en cuando y comprobaréis que cada vez sois más fuertes, y por tanto, vuestros deseos llegarán antes, siempre y cuando estén marcados en nuestros destinos. Para saberlo, hay que mirarlo en las cartas o en la videncia natural.
Esta es mi reflexión de hoy por lo que he vivido en general con muchas de vuestras consultas, por eso sentí que tenía que compartirlo. Si tenéis alguna duda, ¡preguntad!! Gracias.
