La inteligencia emocional es la capacidad para controlar y entender nuestras emociones y las de los demás.
Las emociones pueden ser clasificadas en básicas y complejas según su naturaleza.
En este articulo hablaremos brevemente de las básicas que son: la rabia, el miedo, la tristeza y la alegría.
La rabia.
Sentimos rabia cuando se nos ha hecho daño, cuando nuestra dignidad no ha sido respetada, cuando nos sentimos infravalorados.
Si esta emoción no se regula, puede haber estallidos de cólera o represión de la misma.
Bien canalizada, la rabia nos sirve para modificar la situación que nos daña y reconocer una necesidad que se nos está negando.
El miedo.
Sentimos miedo cuando nos sentimos amenazados, cuando percibimos un peligro. Hay que escuchar esta emoción para darnos cuenta si la amenaza es real o si solo existe en nuestra imaginación.
La tristeza.
Sentimos tristeza delante de una pérdida. Es importante identificar qué hemos perdido. La tristeza nos permite reflexionar, integrar la pérdida y seguir adelante.
La alegría.
Cuando sentimos alegría autentica, experimentamos bienestar, equilibrio, optimismo. Cuando no es autentica sirve para tapar y evitar otras emociones que no queremos sentir.
Para trabajar y entender una emoción es importante preguntarse:
- Qué siento? Como lo expreso? (identificamos la emoción)
- Que pienso? Como me afectan mis pensamientos? (observamos la emoción)
- Por qué me siento así? (comprendemos la emoción)
- Qué puedo hacer para sentirme mejor? (gestionamos la emoción)
[ Estas mismas preguntas se pueden utilizar para entender las emociones de los demás]
La identificación y la comprensión de lo que sentimos son fundamentales para entender que necesidades hay detrás de nuestras emociones.
Expresarlas correctamente nos va a proporcionar salud y bienestar psicológico.
