PSICOGENEALOGIA. CONSTELACIONES FAMILIARES y LA HERENCIA ASTROLOGICA
La psicogenealogía fue creada por Anne Ancelin Schützenberger. Es una herramienta terapéutica que, analizando nuestra historia familiar, ayuda a comprender mejor las propias raíces. Importan tres conceptos principales: el inicio, el traspaso de esa imagen y la imagen que se deriva de ello.
Las constelaciones familiares, creación de Bert Hellinger, es una técnica utilizada en la Terapia sistémica familiar. Hellinger estudió la manera inconsciente en que cada persona está unida a su familia, observando que algunos comportamientos y tendencias se repiten generacionalmente, y creó un método para restituir el orden natural del clan familiar, curando sus heridas.
La presencia familiar o la memoria inconsciente del clan…
El niño o la niña reciben mensajes aún desde el vientre de la madre, de las esperanzas de la familia y entorno, también de sus creencias y de sus intereses. Ya sea el mensaje captado bueno y positivo, o todo lo contrario, el niño, el bebé no nacido, lo percibe y registra. Al nacer el bebé ya se ha concretado anticipadamente un "proyecto " de sus padres, abuelos y demás ascendientes. Pero no sólo hay tradiciones familiares buenas que se traspasaran al bebé, hay también afectos, simpatías y lealtades familiares; existe también lo oculto, lo sobreentendido, el secreto que todo el mundo sabe pero del que nadie habla. Todas las familias “guardan un cadáver en el armario”, un dicho que suena un poco mal pero es bastante descriptivo de esas historias poco claras que van desde el bisabuelo tarambana a la tía perdida, y recogen la leyenda de todas las ovejitas negras familiares de las que no nos gusta hablar.
Similitudes
La psicogenealogia participa de la misma esencia en la búsqueda de la raíz familiar como se hace en las constelaciones familiares; solo que esta segunda terapia se centra en los auténticos dramas de aquellos desaparecidos, ausentes o silenciosos, de la familia, mientras que la Psicogenealogía recoge también los aspectos del descarriamiento familiar, no necesariamente graves pero si influyentes.
¿En qué se diferencian estas dos técnicas?
En la psicogenealogia uno debe hacerse su propia investigación genealógica sobre la historia familiar. Incluye cualquier información: los nombres y apellidos, fechas de nacimiento, matrimonio, enfermedades y muertes. Todos los acontecimientos importantes de la vida de todos los personajes familiares hasta la generación de los bisabuelos. Y se ha de incluir a aquellos de quienes poco o nada se sabe: hijos naturales o no reconocidos, miembros perdidos o adoptados. Es a partir del estudio de estos espacios “en blanco” de la memoria familiar, cuando se puede reconstruir la historia del clan familiar.
Las constelaciones familiares nunca pueden hacerse por uno mismo, y menos en sesión individual con el paciente, ya que incumpliría los propios fundamentos de la terapia sistémica familiar. Es preciso que se reúna un grupo de personas, en algunos casos numeroso, empezando por el refuerzo personal del paciente el cual, dentro de un círculo de asistentes que le son desconocidos, escogerá libremente a quien desea se sume a la representación de los personajes de su familia. La elección se basa, obviamente, en la intuición. Y lo curioso es que aquellas personas que no saben de las vidas de aquellos a quienes están representando, asumen perfectamente su papel mostrando los rasgos característicos de esos familiares que quizá desaparecieron muchos años antes. Es aquí cuando la constelación cobra vida, respetando en todo momento los secretos e intimidades.
LA HERENCIA ASTROLOGICA
Ahora aparece el gran misterio de la Astrología: personas nacidas con una diferencia de cien años, presentan similitudes, aun no conociendo la hora, entre las posiciones planetarias de sus cartas.
¿Existe una astrogenealogía o, quizá sea mejor llamarlo, un linaje familiar?
Si. Es más, a veces esos parecidos se dan incluso entre parientes políticos. Personas no nacidas en una misma familia parecen unidas por el destino.
Un niño puede nacer con la Luna ubicada en la misma posición que la Luna de su madre y de su abuelo paterno. Tengamos en cuenta que la Luna a lo largo de un mes natural permanecerá dos, a lo sumo tres días, en un signo hasta completar su recorrido. Encontrar este factor repetido entre tres cartas que guardan más de treinta años (y meses) de distancia entre ellas, en el nacimiento de un bebé, es extraño.
Vamos a ir más allá con este ejemplo: ese mismo niño tiene también a Marte en el mismo signo y grado que su abuelo. Eso resulta más curioso aún, pues Marte completa su paso por todos los signos en aproximadamente dos años; y es además una de las figuras representativas del arquetipo masculino. Más allá de este aspecto: ese niño comparte además la misma posición, por grado y por signo, de Júpiter con un primito nacido con dos meses de diferencia (ambos de padres no demasiado jóvenes) ¡Y Júpiter tarda en hacer su recorrido doce años!
¿Qué ha hecho que estos dos niños hayan nacido con esas coincidencias astrológicas? Las cuales les van a dar un indudable parecido en el carácter; de momento, el niño que tiene a Marte en la misma posición que su abuelo, es conocido por haber heredado su “mal carácter”…Si, tienen a Marte ubicado en un signo un tanto guerrero.
Tengo en mis archivos a una familia con nueve hijos, todos ellos compartiendo bastantes posiciones astrológicas entre sí y con sus padres. Evidentemente, en las cartas de las familias suele haber uno o dos signos preponderantes y, no siempre pero con más frecuencia, la orientación se deriva más hacia un parecido astrológico con la madre. Es decir parece que en los linajes astrológicos, al menos los que he podido estudiar hasta ahora, los factores equivalentes con los de la madre, aparecen siempre más abundantes que con el padre. ¡Así que también podríamos hablar de una astrogenealogia de herencia matrilineal!
En fin, ya para acabar, este es un tema profundo y no es mi intención redactar un manuscrito que os duerma en su lectura…concluiré en afirmar que la Astrología no es opuesta a las dos técnicas de las que hablé primero. Y hasta puede ser una herramienta de ayuda para ambas, pues conociendo las fechas de nacimiento de nuestros ancestros nos podemos remontar a nuestros orígenes, inclusive profundizando en el análisis de esas aparentes diferencias de los miembros familiares que formaron parte oficialmente del clan, pero sin pertenecer biológicamente a la familia. Es posible trabajar con los factores más sobresalientes de las cartas astrológicas natales, al igual que en la psicogenealogía y las constelaciones familiares, solo que aquí estaríamos hablando de las constelaciones planetarias de un colectivo.
