Buenos días, soy Sergio, Vidente y tarotista de Wengo y en esta oportunidad me gustaría hablaros del papel que tuvo el tarot en la historia.
Todo comienza en Francia
En plena fiebre de la revolución francesa, el salón de Mademoiselle Lenormand, era asediado por todo tipo de personalidades, que acudían a la vidente de moda en busca de respuestas a sus inciertos futuros. Por allí desfilaron Robespierre, Saint-Just, Fouché y muchos otros nobles, a quienes las cartas anunciaron su cita con la guillotina. Por el contrario, la sagaz adivina dejó perpleja a una viuda, llegada desde La Martinica, que le consultó sobre su futuro matrimonio (al que su familia se oponía): “Vuestro futuro marido sobrepasará a todos los hombres que le rodean y os llevará hasta su gloria. Pero ésta será breve y el amor que le profesáis os costará muchas lágrimas”.
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Efectivamente, esta linda criolla pasó a la historia como la emperatriz Josefina y sería repudiada por el entonces joven y ambicioso Napoleón que, con frecuencia, consultó las predicciones de Mademoiselle Lenormand, encarcelándola cuando sus predicciones le enfurecían. En la vida de esta famosa vidente, la leyenda y el prodigio se entretejen de forma indiscernible.
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Lo mismo ocurre con el Tarot, cuyo uso puso de moda en toda Europa. Las versiones actuales, que circulan, derivan del Tarot de Marsella, conocido en el sur de Francia desde el siglo XVI, y cuyas 78 cartas se dividen en dos grupos bien distintos: los 22 arcanos mayores y los 56 arcanos menores. Históricamente, lo más notable del Tarot es que se difundió por toda Europa en pocos años, y que su diseño ha permanecido prácticamente inalterado durante estos cinco siglos.
El tarot en nuestros días
Para la mayoría de las personas, el Tarot es un excelente auxiliar para la adivinación del porvenir. Para sus estudiosos, se trata de una auténtica enciclopedia en imágenes, de profundo contenido metafísico y psicológico, que transmite enseñanzas sobre la verdadera naturaleza y destino del ser humano. Se le han encontrado conexiones con los grandes sistemas esotéricos, con la cábala, la alquimia, la astrología, la magia y la mitología. Muchos estudiosos ven en el Tarot la única vía esotérica completamente occidental, y en sus arcanos mayores, una imagen del camino de la iniciación esotérica, un sendero de evolución hacia la sabiduría y progreso interior. También explican que, si el Tarot es tan universal y puede ser entendido por todo el mundo, es porque sus imágenes son primordiales y arquetípicas. Lo consideran, por tanto, un sistema simbólico de autoconocimiento y autotransformación que puede utilizarse, perfectamente, como psicoterapia.
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Así pues, podemos decir, que el Tarot es un auténtico sistema de filosofía de la naturaleza y nos informa de la relación del ser humano con todas las fuerzas cósmicas que influyen.
