Estimado amig@/consultante...
En esta entrega quisiera aportar luces, sin imposición dogmática ni religiosa, y tan solo desde mi humilde punto de vista con respecto a un tema que puede resultar muy controvertido en el contenido, ya que este no se rige a una fórmula matemática o técnica especial en pronunciación de palabras mágicas para acceder a todas las realizaciones de nuestros deseos, tampoco se trata de que verás cubiertas todas tus necesidades mediante una petición de ayuda adecuada y gramaticalmente bien estructurada. Esta “ayuda” no viene así. Las leyes del Universo son explícitas en ese sentido.
¿Cómo pedir ayuda a Dios? Para empezar debes partir de la idea que ya lo tienes todo. Solo debes entrar en ese gran océano virtual de tus posibilidades y recursos están completamente adjudicados y recrearte en la contemplación de tu propia abundancia. Las palabras del Maestro Jesús son muy claras en ello: “Sólo aquellos que tienen una sensación real y duradera de abundancia pueden ser verdaderamente caritativos.” y también nos recuerda que: “La puerta está abierta para que todos aquellos que no quieran seguir hambrientos y deseen gozar del festín de abundancia que allí se les ha preparado puedan entrar.”
Llevar este fundamento al plano experiencial conlleva con certeza inequívoca a resultados satisfactorios. Para ello, y con el propósito de lograr ese cambio, debes ser consecuente con lo que se piensas, con lo que dices y con lo que se haces. (Pensamiento, palabra y acción). Desde el propio pensamiento comienza la corrección de lo que dices, que a su vez conecta con la acción (Verbo es acción). Para seguir integrando las enseñanzas del Maestro puedes incorporar también la siguiente reflexión: “Cada pensamiento que tienes contribuye a la verdad o a la ilusión: o bien extiende la verdad o bien multiplica las ilusiones. Ciertamente puedes multiplicar lo que no es nada, pero no por ello lo estarás extendiendo.”
Pedir a Dios desde un pensamiento de carencia de algo que crees que no tienes es reforzar aún más la escasez de lo que anhelas, recuerda que Dios nunca se negará a nada y si tu petición de ayuda estriba en el pensamiento profundo de querer, necesitar, desear, etcétera; entonces tu petición será concedida justo hacia esa línea de manera exponencial, y seguirás queriendo, necesitando, deseando con mayor fuerza. “Todo aquel que haya tratado alguna vez de usar la oración para pedir algo ha experimentado lo que aparentemente es un fracaso.”
La solución al dilema de CÓMO PEDIR AYUDA A DIOS tiene que pasar por la óptica de una correcta percepción de tu propia forma de pensar que solo se logra apartándote de la visión del mundo y convirtiéndote en un observador desde lo más profundo de tu Ser. Tu petición es el reclamo de lo que te pertenece y nunca has dejado de tener.
Para finalizar esta entrega me remito a una reseña de Un Curso de Milagros que dice: “Solamente tú puedes privarte a ti mismo de la verdad. Dios, no obstante, no te negará la Respuesta que Él dio. Pide, pues, lo que es tuyo, lo cual no es obra tuya, y no te defiendas contra la verdad. Tú ocasionaste el problema que Dios ha resuelto. Por lo tanto, hazte únicamente esta simple pregunta:
¿Deseo el problema o la solución?
Decídete por la solución y la tendrás, pues la verás como es y que ya dispones de ella.”
Mi nombre es Alexio Vital experto 5419 de Wengo deseo servirte ofreciéndote la visión de la respuesta de lo que sabes y no puedes ver.
