Siempre que pretendes llevar a cabo un proyecto, una toma de decisión con relación a una situación o circunstancia de tu vida o simplemente escoger el color o el sabor de un dulce. Te ves en la disyuntiva de elegir, y para ello estableces una jerarquía de valores que te conduce o sugiere a la toma de la mejor decisión.
Sin embargo solo hay una sola decisión a tomar y esta es inherente a todos los juicios y valores que pones en gran estima. Y esa es la VERDAD, esta es absoluta y se vale por sí misma, es indivisible y no se puede coaccionar debido a la pureza de su sentido invariable e inmutable.
La VERDAD está en el Cielo, Cielo con mayúscula, que es el lugar donde es prescindible el espacio y el tiempo junto al más puro Amor también con mayúscula que derrota el miedo que está en las ilusiones del personaje que crees que eres y que te hace creer que eres capaz de decidir por la alternativa más adecuada. Pero ese personaje siempre fallará en su pronóstico y lo que es peor aún, te hará sentir culpable de haber fallado, porque creerás que erraste en sopesar todos los valores, o que falto algún factor para que la toma de esa decisión fuera la más acertada.
Tan solo hay una verdadera alternativa que nos explica Jesús, que es aprender que el mundo que fabricamos sólo ofrece una alternativa, y sea cual sea la forma en que ésta alternativa se manifieste no contará con una base que la sustente porque se halla fuera de la realidad de quien eres. Debes comenzar con la aceptación de que sí hay otra alternativa pero que en este caso es real.
Por lo tanto, oponerte a este paso es impedir el logro del propósito para el que viniste aquí, pues no viniste a aprender cómo encontrar un camino que el mundo no ofrece. La búsqueda de diferentes caminos en el mundo no es más que la búsqueda de diferentes formas de verdad. Y esto es lo que hace que la verdad no se pueda alcanzar.
En los orígenes de la separación, el Jardín Del Edén se mitifica esta idea de la elección de la alternativa en su más puro ejemplo; era un estado mental en el que no se necesitaba nada. Cuando Adán dio oídos a “las mentiras de la serpiente”, lo único que oyó fueron falsedades.
Tú no tienes por qué continuar creyendo lo que no es verdad, a no ser que así lo elijas. Todo ello puede literalmente desaparecer en un abrir y cerrar de ojos porque no es más que una percepción falsa.
La mejor alternativa para disfrutar de la vida es la introspección de ti mismo, hallar el silencio que hay en ti, sin el ruido de las ilusiones y pensamientos que te dan “razones” para preocuparte para que te encargues de “algo” que no te pertenece.
En ese silencio surge la verdadera alternativa, que no es ni la mejor ni la peor, pero si la única alternativa que se sustenta por sí misma como un valor absoluto porque está en la Paz del Universo.
Mi blog, Alexio Vital
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